A veces sueño que estoy en Lima. Estoy allí sin tener que hacer las maletas, sin las despedidas en los aeropuertos, sin los viajes. Es como dormirse en un país y despertar en otro, un día cualquiera, sin que nadie sepa. Veo que estoy allí y sé que no debería, que es poco probable. Decido no complicarme y recibir ese regalo no esperado. Aún sorprendida pero feliz me pongo a pensar a quién llamar. Me encanta la idea de poder marcar el número de algún amigo del que normalmente me separa una distancia enorme y decirle: hola, estoy aquí, quieres tomar una chela conmigo? No sé porqué ahí el sueño se termina. Nunca dura lo suficiente para poder hacer la llamada.
Y aunque en mis sueños esos traslados aún me sorprenden, en mi realidad el Perú ha dejado de ser otro país. Por mucho tiempo lo estaba protegiendo en mí como una especie de exilio. Un sitio que no podía compartir con gente aquí. Algo que me alejaba de ellos y que con el tiempo se volvió un lastre. Pero tenía miedo de perderlo. Por alguna razón necesitaba de ese exilio.
Ahora siento que ese peso se va disolviendo. Me doy cuenta que ya no hay que guardar ese espacio porque no hay quién me lo quiera quitar. Puede que nunca hubo alguien así, pero eso creía. Quizás porque no tenía la opción de elegir. Pero ahora que podría irme a donde quiera, me quedo. Me quedo porque sé que mi vida conmigo es la misma aquí y allá.
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6 comentarios:
me encantó.
alexander
Hola, acabo de encontrar tu blog, y la verdad, me encantó desde el inicio, y seré franco, fue un poco de todo, y es que encontré tu blog en el momento oportuno.
Por un lado, me siento orgulloso de que mi país de orígen sea expuesto por una persona no peruana, mas no es sólo eso. Por otro lado está el hecho de que vivo algo parecido a lo que tú vives, sólo que de otra manera, y de cierto modo, lo opuesto. Yo soy peruano, y hace poco estuve en la República Checa, me gustó mucho estar ahí, mas no sé, me gustó tanto, y me sentí rodeado de tanta magia, que juro que no existe un día en que esté buscando artículos o lea historia de ese país, para ver si puedo entender finalmente el motivo de tantas sensaciones juntas al visitar ese país. Inicialmente fui por compromiso, es decir, era mi sueño estar ahi, por mi enamorada, que es de República Checa. Mas durante mi estadía allá, me sentía envuelto en algo que nisiquiera sabía qué era, pero que quería conocer más al detalle. Y no es sólo el hecho de estar en otro país, es todo junto, sobretodo cuando empecé a abrir los ojos al mundo gracias a ello. Me explico, muchas cosas, marcas, comidas, tendencias y demás que yo creía peruanas, en realidad eran checas. Y mientras más averiguaba, más me apasionaba. Es todo muy confuso, y confuso por lo siguiente: en República Checa me tratron bien, no me quejo, mas noté bastante racismo a personas de color oscuro como yo. Yo no soy de color muy oscuro, no tengo clásica tez negra africana, pero soy de rasgos indígenas, y la gente por allá me miraba muy extraño. Lo entendí finalmente cuando mi muy querida enamorada me explicó que los "gipsies" son mal vistos allá por muchas razones, y pues yo lucía como uno de ellos. Repito, es por ello que es muy confuso. Nunca me gustaría vivir en un país racista, o con signos de ello. Mas sí me gustaría volver, y volver mil veces, es algo, como lo que tú describes, no se puede explicar bien. Podría decir del transporte super desarrollado en comparación al nuestro de Perú. O las fabulosas cervezas... pilsner urquell, kozell, gambrinus, budweisser (mis favoritas) u otras cosas más... o también la fabulosa comida, pues me encantó. No extrañé la comida peruana nunca. A pesar que cualquier otro diga lo contrario.
Estuve también en Brno, no sólo en Praga, y Brno me pareció un sitio más tranquilo. Cenamos muchas veces fuera, en "Don Miguel", y "Hacienda Mexicana", lugares donde nunca vi comida peruana, a pesar de esperarlo, mas fueron magníficos lugares, también en los cuales, me recibieron con los ojos bien abiertos, quizás por mi apariencia, quizás por mi vestir, quizás por la extrañeza de ver a un turista por esos lares, o quizá por la desconfianza que éste trae de por sí. No lo sé. Lo único qué pasé muy bonitos momentos mágicos por República Checa. Y sólo ahí, porque también estuve en España, Italia, Holanda, Francia y Alemania. Y ningún lugar fue como estar en chequía. Por último, con sinceridad te digo, que tampoco entro seguido a blogs. Y que si me animé a escribir, y tan extensamente, fue porque me sentí identificado con la sensación que describes durante lo que escribes. Saludos. Roland Fabián. Un nuevo seguidor de tu blog.
Hola Roland, gracias por comentar. Sabes, justo por comentarios como el tuyo escribo todo esto. Es curiosa tu historia, tan parecida a la mía y a la vez opuesta. Es siempre interesante saber como nos ve la gente de otras partes, y te cuento que no siempre son cosas agradables. Muchos amigos extranjeros que tengo aquí en Praga son bastante críticos con nosotros, los checos. Y yo lo entiendo. Pero algo de bueno debemos tener si se quedan a vivir aquí... Yo sé que es muy difícil aceptar algunas cosas, yo tampoco podría decir que he aceptado el Perú con todo lo bueno y malo que tiene. De lo que me di cuenta es que no me gusta vivir en un mundo enemigo, aquí o allá, da lo mismo. Entonces no lo veo así.
Suerte en tus caminos, D.
Bueno, ahora, encontrándome a unos tres meses de volver ver al amor de mi vida, que viene desde Brno, República Checa, pues me acordé de lo que alguna vez te escribí. Y bueno, aparte de saludarte y preguntarte cómo te va por esos lares, me gustaría comentarte de que tienes mucha razón en lo que escribes y describes. En un mundo enemigo aquí o allá, nada vale la pena. En fin, he decidido estudiar allá, como dices, mucho de bueno tienen Uds., dado que atraen diversas personalidades del mundo, incluyéndome. Pues comencé admirando su historia, ahora quiero que parte de la historia de mi vida esté rodeada de parajes bohemios y moravos, en verdad, se convirtió en un sueño sin darme cuenta. Y ahora, como soñador, aventurero y terco como soy, sólo me queda hacer realidad el sueño descrito. Espero te vaya muy bien, y que también puedas tener unos minutos para contestar mis comentarios, y porqué no tambièn, enriquecerlos con la sabiduría intrínseca de la experiencia que llevas cultivando a lo largo de tu vida de viajes y aventuras cosmopolitas.
Esperando que estés bien, un saludo,
Roland Fabián.
Hola Roland Fabián. Me da gusto saber que te decidiste seguir tu sueňo y venir a estudiar para acá. Ojalá te vaya muy bien en los estudios y en tu relación. Como ves, yo sigo aquí, aunque con ganas de volver a viajar a Perú con algun buen pretexto. Ya veré que será... una expozición no estaría mal :) Siento no haber escrito nada nuevo en mi blog, será por falta de inspiración, o porqué encontré mi pequeňo mundo latino aquí en Praga. Saludos y gracias por comentar, Dora
hermoso leerte...
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